Esta casa se conforma por un espléndido manejo de volúmenes, donde cada volumen obedece a una función específica, configurando los diferentes ambientes necesarios para el descanso, las reuniones sociales, el deporte y demás actividades que definen el habitar de una vivienda.
Su mayor virtud es la generosidad del hall de acceso que con un jardín central nos transporta en un mundo mágico a la zona social principal, abriéndose tal cual un arcoíris a alturas de más de 3 metros y culminando en una vista hacia las montañas.
Aprovechando la topografía natural del lote se generó un espacioso sótano para actividades complementarias como: hobbies, gimnasio, turco. En el nivel superior se encuentran las alcobas, enfocando el volumen de la alcoba principal hacia la mejor visual sobre el valle de aburra.